Bo Nix viene de una de las temporadas de novato más productivas en la memoria reciente con los Denver Broncos. Incluso después de una campaña tan destacada, el entrenador en jefe Sean Payton cree que no tiene límites y tiene expectativas aún mayores.
A los ojos de Payton, el QB no solo está por delante del promedio, sino que está redefiniéndolo. La exestrella de Oregon rápidamente se ganó la confianza de sus compañeros y del cuerpo técnico gracias a su aplomo, toma de decisiones y su rara capacidad para extender jugadas sin cometer errores costosos.
“Va a ser uno de los cuatro o cinco mejores mariscales de campo de la liga en los próximos dos años”", dijo Payton. "“Eso es lo que estamos viendo ahora mismo. No recibe capturas. Tiene una fuerza de brazo excepcional. … Lanzó el pase más largo — (67) yardas en el aire contra Cincinnati. Puede correr. Puede lanzar en ángulos de cuerpo poco convencionales".
Nix no solo lució bien — los números también respaldan su desempeño. Desde el primer día, jugó con una confianza que no se suele ver en un novato.
Completó el 66% de sus pases para 3,775 yardas y 29 touchdowns, con 12 intercepciones. Por tierra, corrió para 430 yardas y anotó cuatro veces, demostrando su atletismo.
Más que nada, Nix demostró que pertenece a esta liga.
Manejó la ofensiva de Payton con aplomo, soltó el balón con rapidez y minimizó los errores — cualidades que los Broncos han estado buscando en un mariscal desde hace años. Además, lideró a Denver a su primera aparición en playoffs desde 2014.
📲 Sigue a The Sporting News en WhatsApp
Si su temporada de novato fue algún indicio, el jugador no solo es el mariscal de campo del futuro en Denver, sino que ya parece ser una de las estrellas en ascenso de la liga.
*Artículo original de Tom Gorski y traducido por Ernesto Guevara