En la NBA, es casi una costumbre que cuando una estrella empieza a dominar con regularidad, los rivales intenten desconcentrarla con provocaciones y comentarios dentro de la cancha. Sin embargo, Shai Gilgeous-Alexander ha demostrado ser inmune a ese tipo de tácticas. El canadiense rara vez responde y mantiene toda su atención en un solo objetivo: ganar y volver a casa.
Para Robert Horry, esa mentalidad representa la verdadera esencia de un ganador. El siete veces campeón de la NBA destacó que la serenidad y concentración de SGA le recuerdan a Kawhi Leonard, un jugador que siempre ha dejado que su rendimiento hable por él.
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Shai y Kawhi, el mismo tipo de calma letal
A lo largo de su carrera, Leonard ha sido criticado por sus lesiones y ausencias, pero cuando pisa la duela, es un ejecutor silencioso capaz de dominar en ambos costados del juego. Nunca se deja arrastrar por el ruido ni por las provocaciones, y mantiene la calma incluso en los momentos más tensos.
Gilgeous-Alexander comparte ese mismo temple. Ha promediado más de 30 puntos por partido en tres temporadas consecutivas, lideró la liga en anotación la temporada pasada y ganó el premio al Jugador Más Valioso, todo sin entrar en disputas innecesarias. Aunque algunos le acusaron de "buscar faltas," Shai prefirió concentrarse en liderar a su joven equipo de Oklahoma City hasta conquistar el campeonato de la NBA.
Horry explicó esa similitud con claridad: "Piensa en los tipos más tranquilos, como Tim Duncan o Kawhi Leonard. Puedes hablarles todo lo que quieras y te miran como si estuvieras loco. Luego te das cuenta de que es inútil. Shai es igual, simplemente sale a jugar y se va a casa."
SHAI IS ON A LEGENDARY RUN 😤
— ESPN (@espn) July 17, 2025
Shai Gilgeous-Alexander wins the ESPY for Best Athlete - Men's Sports 🏆 pic.twitter.com/v8FfudgTQp
Una mentalidad diferente
Mientras figuras como Nikola Jokic o Giannis Antetokounmpo han tenido momentos de frustración o discusiones con rivales y árbitros, Shai mantiene un control absoluto sobre sus emociones. Puede manifestar su descontento por una falta no pitada, pero nunca pierde el enfoque. Su serenidad lo convierte en uno de los jugadores más difíciles de desestabilizar mentalmente en toda la liga.
Esa frialdad y madurez, combinadas con su ética de trabajo y liderazgo, son las cualidades que, según Horry, harán de Gilgeous-Alexander uno de los grandes de su generación. Un jugador que no necesita ruido ni polémica para dejar huella.
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