Con el reloj de tiro agotándose en la primera parte de la ajustada victoria de los Timberwolves contra los Warriors, Julius Randle recibió un pase y lanzó un triple profundo con la izquierda. Vio cómo el balón se elevaba y se colaba limpiamente por el fondo de la red. Mientras retrocedía y bailaba por la cancha, la retransmisión enfocó a Stephen Curry, que sólo pudo mover la cabeza con total incredulidad.
Steph can’t believe what he’s watching 😭 pic.twitter.com/EMcLZGV4Vr
— House of Highlights (@HoHighlights) May 15, 2025
Curry era todos nosotros antes de esta serie. Creíamos saber quién era Randle. Era un agujero negro. Era un artista de los playoffs. Era una versión inferior de Karl-Anthony Towns, traspasado únicamente para ahorrar dinero a la franquicia.
Resulta que todos estábamos equivocados.
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"Le decía a Julius después del partido: 'te han faltado mucho al respeto durante toda tu carrera, y a mí también'", dijo Rudy Gobert a los periodistas al comienzo de los playoffs. "Es una oportunidad para nosotros de escribir nuestra propia narrativa".
Randle ha tomado su palabra, la ha asado y ha esparcido sus restos carbonizados sobre los 10.000 lagos de Minnesota. En lugar de un ahogado en los Playoffs, ha demostrado que es una figura ascendente en esta instancia.
Julius Randle pasó de ser un perdedor a una estrella ascendente en los Playoffs
No ha sido un año fácil para Randle. Si sabes algo de él, eso no debería ser una sorpresa. El que fuera número 7 del draft de 2014 fue sobre todo una decepción para los Lakers, que no se esforzaron mucho por ficharlo tras cerrar su contrato de novato. Pasó a jugar un año en New Orleans con un modesto salario de 9 millones de dólares. Luego llegó el cambio de rumbo de su carrera con los Knicks.
¿Cuántos jugadores ganan el premio al Jugador Más Mejorado a los 26 años, tras siete temporadas de carrera? Randle es el más veterano en ganarlo desde que Goran Dragic lo hiciera a los 27 años en 2014.
Randle hizo su primera de tres apariciones en el All-Star con los Knicks esa temporada, pero llegó con un final agridulce. Estuvo horrible en su debut en los Playoffs, encestando por debajo del 30% durante la eliminación del equipo en primera ronda.
Randle era la única amenaza anotadora real en aquel equipo de los Knicks. Fue constantemente doblado a lo largo de esa serie. Los murmullos de los Playoffs ignoraron esa sutileza. Estos se intensificaron en su segunda participación en la postemporada, en los que encestó un 37% en tiros de campo y un 26% en triples, y fue el chivo expiatorio de la derrota en segunda ronda ante un equipo de los Heat que partía como cabeza de serie inferior.
Ese año, estaba superando una grave lesión de tobillo, de la que probablemente regresó demasiado pronto. El año pasado no tuvo la opción de someterse a una operación de hombro y vio desde la barrera cómo un equipo mermado de los Knicks perdía en siete partidos contra los Pacers en esa misma segunda ronda.
El traspaso a los Timberwolves representaba una nueva oportunidad de marcar la diferencia en un equipo aspirante.
"Mi mujer me decía que podría ser mucho peor", bromeó Randle durante su rueda de prensa de presentación. Estaba a punto de aprender esa dolorosa verdad una vez más.
A principios de diciembre, los Wolves se encontraban por debajo de .500 y en 11º lugar en el Oeste. Fue una caída sorprendente para un equipo que venía de participar en las Finales de Conferencia. Randle no estaba jugando tan mal, pero el nuevo jugador volvió a ser un blanco fácil. Todo el mundo apuntó, desde los compañeros de equipo hasta los rivales.
Los Wolves abrieron su temporada con un partido televisado a nivel nacional contra los Lakers. Los Ángeles controló el partido en la victoria, y se debió a apuntar a Randle una y otra vez en defensa. Los ataques no cejaron ni siquiera tras el pitido final.
"Hablamos de Julius Randle, a veces está parado y todo eso", dijo Rui Hachimura a Jacob Rude, de SB Nation, tras el partido. "Así que hablamos de que tenemos que usar eso. Sé que puedo hacer de pantalla. Puedo estar en la esquina para atacar el aro".
Los problemas con Randle continuaron a medida que avanzaba la temporada. En una derrota en noviembre ante los desventurados Raptors, Gobert tenía a su hombre Scottie Barnes inmovilizado bajo la canasta. Cuando Gobert pidió el balón, Randle le hizo señas para que saliera de la pintura y despejara su propio camino. Un disgustado Gobert salió de la pintura tan despacio que fue sancionado con tres segundos de infracción.
Rudy Gobert was upset Julius Randle didn't give him the ball and got a lazy 3 seconds call and Ant is pissed pic.twitter.com/21nlIAjEmx
— CJ Fogler 🫡 (@cjzero) November 22, 2024
Pasó algo curioso después de ese tramo inicial de partidos. Los Wolves empezaron a jugar mejor, y Randle se aclimató mejor a su papel en los dos últimos meses de la temporada. Minnesota llegó a 30-6 en sus últimos 36 partidos con él, como señala Jon Krawczynski, de The Athletic.
¿Quién iba a decir que la introducción de dos nuevos jugadores de rotación en Randle y su compañero Donte DiVincenzo llevaría algún tiempo? Randle incluso empezó a jugar en ambos lados de la pista.
"Nunca le había visto jugar en defensa", bromeó Anthony Edwards a Chris Hine, del Minnesota Star Tribune, tras una victoria por 17 puntos contra los Warriors en diciembre. "Es increíble, y él está aquí, ponle la cámara encima. Se está dejando la piel".
¿Esa narrativa de que Randle no jugará en defensa? Pregúntaselo a los Lakers. Randle, que una vez fue el blanco del plan de juego de JJ Redick, rió el último en la victoria de primera ronda de los Wolves sobre Los Ángeles. Se enfrentó por turnos a LeBron James y Luka Doncic, aguantando de forma impresionante a ambas estrellas.
Give Julius Randle his flowers.
— Micah Adams (@MAdamsStatGuy) April 29, 2025
Time spent guarding LeBron in Games 3+4
Randle — 17:48
All others — 16:14
LeBron when matched up vs. Randle
Points — 9
Assists — 1
Shooting fouls drawn — 1
LeBron when matched up vs. anyone else
Points — 56
Assists — 10
Shooting fouls drawn — 10 pic.twitter.com/TzPmPXmv36
Randle estuvo aún mejor en la segunda ronda contra los Warriors. Logró 25,2 puntos por partido. Y añadió 7,4 asistencias por partido, la cifra más alta de su equipo.
"Lo que dio la vuelta a nuestra temporada fue su forma de jugar", dijo el entrenador de los Wolves, Chris Finch, sobre Randle tras el tercer partido de esa serie. "Nos da casi otro base ahí fuera".
Steve Kerr coincidió con esos sentimientos unos días más tarde, después de que su equipo, los Warriors, quedara fuera de combate.
"Recuerdo haber jugado contra los Timberwolves a principios de temporada y que les costó encontrar el espacio", dijo Kerr. "Pero ha dado un salto. No pudimos vigilarle en toda la serie".
Al comienzo de los Playoffs, Randle dijo que era "una de las pocas veces, probablemente la única en toda mi carrera, que siento que tengo la oportunidad de jugar realmente por algo".
Aquellas oportunidades de los Knicks le pusieron en circunstancias imposibles para triunfar. Ahora está teniendo una oportunidad justa, y se está abriendo camino hasta donde tiene que llegar.
El miércoles les dijo a los 19.395 seguidores de los Wolves en el Target Center quién era con su juego. En caso de que no entendieran el mensaje, lo repitió en su entrevista a pie de pista con ESPN tras el partido.
"Honestamente, realmente no me meto en las narrativas de tener algo que demostrar", dijo Randle. "Creo que lo único que quiero demostrar es que soy un ganador".