Los Golden State Warriors comenzaron la pretemporada con una victoria de 111-103 sobre Los Angeles Lakers el domingo en el Chase Center, en un partido sin LeBron James, Luka Doncic ni Austin Reaves, pero con mucho valor interno para el equipo de Steve Kerr.
Más allá del resultado, el partido sirvió para observar por primera vez cómo se ve la plantilla renovada de los Warriors, con aportes sólidos de Al Horford y la confianza de Moses Moody en el perímetro.
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Kerr explicó su decisión de arranque
Tras el encuentro, Kerr explicó por qué eligió abrir con Stephen Curry, Brandin Podziemski, Moody, Jimmy Butler y Draymond Green. Es el mismo grupo que tuvo una racha de 16-3 la temporada pasada, mostrando ritmo y equilibrio ofensivo. Sin embargo, el entrenador fue claro al aclarar que eso no implica sobrecargar a Green como pívot titular.
"No significa que Draymond vaya a tener muchos minutos en la posición de cinco," dijo Kerr en declaraciones recogidas por Anthony Slater. "Salimos desde la banca con tres jugadores grandes esta noche. Si empezamos así, igual podemos liberar a Draymond para que no tenga que enfrentarse a los pívots más pesados a lo largo del juego."
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19 PTS | 7-9 FGM | 5 3PM
Golden State gets the win over LA at Chase Center! pic.twitter.com/rtmXbmNRQm
El ajuste táctico y el impacto de Horford
La llegada de Horford ofrece la flexibilidad que Golden State necesitaba. Su capacidad para abrir la cancha, organizar la defensa y permitir que Green actúe como defensor de ayuda le da al equipo una nueva estructura interior. A eso se suman Quinten Post, quien la temporada pasada encestó el 40.8% de sus triples, y Trayce Jackson-Davis, que empieza a consolidarse en la rotación.
Con este grupo, Kerr puede rotar más, variar los esquemas y mantener a sus veteranos frescos. La apuesta ya no es depender de alineaciones bajas cada noche, sino encontrar un balance que permita sostener la intensidad defensiva sin comprometer el físico de Green, quien a sus 35 años sigue siendo el líder emocional del vestuario.
Una pretemporada para afinar, no reinventar
Golden State no busca reinventarse, sino perfeccionar su fórmula. Kerr quiere un equipo más adaptable y menos predecible, con piezas capaces de responder según el rival. En sus palabras y en su quinteto titular quedó claro el mensaje: mantener a Green sano y competitivo para los momentos que realmente importan.
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