Muchos jugadores de la NBA aprovechan el verano para mantenerse en forma participando en ligas pro-am o en las tradicionales sesiones de entrenamiento en UCLA. Sin embargo, el base de los Boston Celtics, Payton Pritchard, ha optado por un camino diferente que lo ha convertido en una de las piezas más valiosas de su equipo.
Pritchard contó que durante el receso paga a sus amigos que juegan profesionalmente en ligas europeas para que lo defiendan lo más duro posible en partidos uno contra uno.
"Les pago a algunos de mis amigos que están jugando en el extranjero para que vengan una semana y lo único que tienen que hacer es defenderme," explicó. "Los hospedo donde esté y durante esas horas jugamos partidos a cinco puntos. Si logran un número determinado de paradas, ellos ganan. Aunque la verdad, no ganan mucho."
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Una rutina que mantiene desde su año de novato
Este régimen lo inició en 2020, cuando decidió llamar a jugadores de ligas europeas, universitarios y excompañeros para que lo acompañaran en Massachusetts. Les pagaba una semana completa solo para ser sus defensores de práctica.
"Juego entre 300 y 500 posesiones en vivo. Eso es lo que me permite tener defensores reales. Estos chicos juegan en el extranjero y son buenos, vienen a competir. Yo los pago, así que debo exigirles. Yo voy fuerte y necesito que ellos también lo hagan. Ha sido algo muy positivo para mí," aseguró.
Los resultados se reflejan en la cancha. En la temporada 2023-2024, Pritchard pasó de 13.4 minutos por partido a 22.3, y casi duplicó su promedio de anotación, de 5.6 a 9.6 puntos. La última temporada fue la mejor de su carrera: fue nombrado Sexto Hombre del Año tras promediar 14.3 puntos, 3.8 rebotes y 3.5 asistencias en 28.4 minutos por partido.
Payton Pritchard's offseason workouts are really a different level 🤯 He has overseas and college players guarding him and trying to get a stop on every rep and live action. pic.twitter.com/20LFJvzcpa
— Ball Don't Stop (@balldontstop) September 3, 2025
Pritchard no se conforma y va por más
Este verano mantuvo la tradición en Cape Cod, su lugar favorito para entrenar, y elevó la intensidad de sus sesiones. Su excompañero en Oregon, Paul Wilson, mostró recientemente la exigencia de esos duelos individuales que forman parte de su preparación.
Mientras algunos jugadores aprovechan el tiempo libre para jugar golf o viajar, Pritchard sigue afinando su juego con métodos poco convencionales. Viendo su progresión, parece claro que cada sacrificio valió la pena.
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