Lo que comenzó con entusiasmo para los New York Yankees tras una serie de agresivas adquisiciones en la fecha límite de cambios, terminó en una humillación histórica. Los Miami Marlins, un equipo con menos cartel y muchas dudas, le propinaron una barrida sin precedentes a los Yankees.
Por primera vez en la historia, los Marlins barrieron a los Yankees en una serie de temporada regular. Un hecho inédito que dejó a la poderosa franquicia neoyorquina no solo humillada en su casa, sino también con un récord negativo global frente al conjunto de Florida.
Las nuevas caras no dieron resultados
El primer juego de la serie fue una pesadilla disfrazada de espectáculo. Los Yankees cayeron 13-12 en un duelo de alto voltaje que terminó dependiendo del rendimiento del bullpen… y este falló rotundamente.
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Los recién llegados fueron los principales responsables del colapso: Jake Bird permitió cuatro carreras limpias, David Bednar, dos más, y Camilo Doval concedió la carrera definitiva que selló la derrota.
En el segundo partido, el equipo fue blanqueado 2-0 por una excelente actuación de Eury Pérez. La ofensiva neoyorquina fue inexistente y la defensa cometió errores claves. El novato Cam Schlittler cargó con la derrota tras permitir las únicas dos anotaciones del juego.
Ya el domingo, en el cierre de la serie, Luis Gil no estuvo a la altura y concedió cinco carreras en apenas tres entradas y un tercio. El marcador final fue 7-3 a favor de los Marlins. Del lado ofensivo, apenas destacó Jazz Chisholm Jr., quien impulsó dos carreras y anotó la tercera.
The @Marlins sweep the Yankees for the first time in franchise history! pic.twitter.com/C0Dh2Agijv
— MLB (@MLB) August 3, 2025
Miami logra una marca histórica frente a los Yankees
Más allá de la importancia de la barrida en sí, los Marlins celebran un logro mucho más simbólico: por primera vez tienen récord positivo en enfrentamientos históricos ante los Yankees, con 25 triunfos y 24 derrotas.
Con esta hazaña, se convierten en el único equipo de toda la MLB con marca ganadora frente a Nueva York, una curiosidad estadística que refleja tanto el mérito de Miami como el mal momento de los Bombarderos del Bronx.