Las 3 duras verdades que arroja el histórico colapso de los Mets en 2025

Ernesto Guevara

Anthony Licciardi

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El camino para convertirse en los "Dodgers del Este" no está recién pavimentado. Está embarrado por los recuerdos de la locura de la era Wilpon y nublado por las expectativas de llegar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Al final, los New York Mets colapsaron. Un cuerpo de lanzadores agotado falló, y una alineación con señales de alerta no pudo cargar con la responsabilidad. No hay nuevos adjetivos para describir este descenso, ni un encuadre que no se haya aplicado antes a esta franquicia. NY fichó al mejor agente libre en dos décadas y terminó siendo el séptimo mejor equipo de la Liga Nacional.

Steve Cohen ha enviado sus disculpas a las masas. David Stearns se presentó el lunes a dar explicaciones. Una afición desorientada y una industria incrédula reaccionarán de manera exagerada. Los Mets quizás también. Pero parte de este lento desgaste se sentía inevitable, y a medida que se asienta el polvo de una temporada decepcionante, el equipo enfrenta una realidad desafortunada con la que debe lidiar.

La caída de la rotación siempre estaba prevista

Stearns se ha destacado como uno de los mejores tomadores de decisiones del deporte al basarse en una serie de modelos que funcionan, sin importar el mercado. Dos de ellos se manifiestan en el montículo: los abridores se lesionan con frecuencia y los relevistas son inherentemente volátiles.

Nunca iba a firmar a Max Fried, al igual que nunca iba a extender a Corbin Burnes con los Milwaukee Brewers. Y si Nueva York hubiera firmado a un Burnes de 30 años por 210 millones de dólares, ya habrían tenido sus problemas en junio.

El resto del mercado de lanzadores abridores no fue mucho mejor. Luis Severino y José Quintana retrocedieron fuera de Flushing. Blake Snell hizo 11 aperturas. Jack Flaherty y Walker Buehler tuvieron dificultades, mientras que Charlie Morton y Andrew Heaney terminaron con efectividades superiores a 5.00.

Hubo aciertos, como Nathan Eovaldi (quien quería regresar a Texas) y Nick Pivetta, pero casi todos los equipos que invirtieron en lanzadores fracasaron en 2025. Stearns no merece la ira de la afición por no participar.

Sin embargo, eso dejó a Nueva York con Kodai Senga, David Peterson, Sean Manaea y dos proyectos en Griffin Canning y Clay Holmes. El primero parecía una victoria económica típica antes de romperse el tendón de Aquiles. Holmes lanzó 165 entradas con efectividad de 3.50. Sus dificultades a mitad de temporada y sus métricas subyacentes complican un poco la evaluación, pero para un relevista convertido con el salario de un preparador, eso sigue siendo un acierto.

Senga, propenso a lesiones, vio su temporada arruinada por un problema en el tendón de la corva. Los espolones óseos arruinaron lo que ya era una campaña abreviada. Peterson se quedó sin combustible tras alcanzar un récord personal de entradas lanzadas. Ninguno de estos casos es un reproche a la gerencia. Fueron resultados esperables en el margen izquierdo, y es mejor obtenerlos así que desperdiciar recursos significativos.

Los Mets movieron las piezas adecuadas

En otro caso de buen proceso, malos resultados, es difícil culpar a Stearns por su manejo a mitad de temporada.

Nueva York realizó cuatro movimientos significativos en la fecha límite, adquiriendo al jardinero central Cedric Mullins y a los relevistas Tyler Rogers, Ryan Helsley y Gregory Soto.

Rogers lanzó con una efectividad de 2.30 en Flushing. Soto, hasta el final, fue su habitual segundo zurdo en el bullpen. Helsley tuvo las peores seis semanas de su carrera después de parecer un cerrador casi élite con los St. Louis Cardinals. Eso pasa a veces. Y es por eso que Nueva York no negoció a Nolan McLean, Carson Benge o Jonah Tong por Jhoan Durán o Mason Miller.

Asimismo, las mentes más perspicaces de los medios de béisbol aprobaron los movimientos de los Mets. Fueron uno de los seis ganadores de la fecha límite según MLB.com. En el top 50 de intercambios de Yahoo, las transacciones de Nueva York ocuparon los puestos quinto, sexto, undécimo y duodécimo. FanGraphs elogió los intercambios, y ESPN —el más crítico de todos— otorgó a Nueva York dos Bs por Helsley y Mullins.

Cuando la rotación se vino abajo (y se vino muy abajo), Nueva York no dudó en recurrir a su cantera de prospectos. Existe una posibilidad real de que McLean arranque el Día Inaugural, Brandon Sproat demostró ser competente y Jonah Tong mostró destellos, aunque su repertorio norte-sur podría limitarlo al bullpen si no mejora. Esta no fue una organización paralizada por inversiones pasadas. Stearns dijo el lunes que hubiera querido ser más proactivo en reemplazar a los jugadores lesionados, pero lidiar con una rotación de lanzadores récord significó que los Mets no se quedaron de brazos cruzados.

Nueva York movió las piezas; muchas de ellas. Les aseguro que la gerencia habría presionado el botón de "lanzar mejor" si hubiera estado disponible. En cada giro, esta se convirtió en una temporada de mala suerte, no de mala administración.

Las cosas se verán similares en 2026

El alcance del colapso de los Mets exige acción: despidos, intercambios, derroches de dinero. Las masas quieren que Cohen puje por Kyle Tucker, que agregue al as estrella del mercado y que haga responsables a todos por una temporada tan incómodamente decepcionante.

Buena suerte.

Stearns confirmó en su rueda de prensa post-mortem que el manager Carlos Mendoza regresará en 2026. El venezolano, un personaje secundario perpetuo en una película de béisbol de su propia creación, ciertamente tuvo un papel en la caída del equipo. Ningún manager está libre de culpa en un descenso tan prolongado.

Sin embargo, el argumento para mantenerlo es convincente. Por un lado, es difícil encontrar candidatos de alto nivel para la gerencia que proyecten ser una mejora significativa. Es aún más complicado conseguirlos, especialmente tras despedir a un manager apenas 11 meses después de una carrera hacia la NLCS. Si asumimos que las decisiones de Mendoza durante los partidos le costaron a Nueva York entre uno y tres juegos en 2025, cambiarlo sería comprensible. Pero el efecto dominó de esa decisión tiene consecuencias a largo plazo que no justifican una posible mejora, especialmente sin un reemplazo obvio ya asegurado.

Mendoza regresará, al igual que gran parte del núcleo actual. Los Mets serán favoritos para retener a Pete Alonso después de que ejerza su opción de jugador. Edwin Díaz probablemente también volverá. Nueva York encontrará profundidad de lanzadores a bajo costo, apostará por una docena de relevistas de AAA y hará apuestas mesuradas y bien fundamentadas en la agencia libre. Sobre el papel, parecerán un equipo de 90 victorias, respaldado por un sólido sistema de granjas y suficiente poder estelar para seguir siendo relevante.

Nueva York no pondrá todas sus fichas sobre la mesa en una oleada respaldada por Cohen para fichar a cada agente libre top. De igual manera, Stearns no destruirá una colección elite de prospectos por contratos de un año. Esto no es 2022, y estos no son los Yankees de la era George Steinbrenner.

El plan es llegar a los playoffs cada octubre y esperar que las probabilidades estén a su favor. Obviamente, en 2025 no lo lograron. A los Dodgers les tomó ocho viajes consecutivos para finalmente levantar un banderín y otros cuatro para ganar la Serie Mundial en una temporada de 162 juegos. Los Ángeles gasta en talento generacional. Nueva York también lo hizo. Y mientras los Dodgers usan el poder de su gasto para ganar cada agencia libre, es un flujo de prospectos y victorias en desarrollo de jugadores lo que establece la base de su éxito continuo.

Con Cohen, Stearns y Soto, los Mets tienen el capital, la inteligencia y la fuerza para construir un equipo ganador. Se necesitó intervención divina y una comedia de errores para mantener a este equipo fuera de octubre en 2025. Para los fanáticos de Nueva York, los últimos dos meses fueron un cruel abuso del fandom, profundamente "Metsiano" y demasiado familiar, incluso mientras encontraban nuevas formas de perder. Sin embargo, serán las victorias de esta temporada las que justificarán la expectativa que espera a los aficionados en febrero.

La verdad más dura de esta temporada es que la vida bajo Stearns siempre se verá un poco así, y cuando los Mets eventualmente tengan suerte, podría ser suficiente para ganar la Serie Mundial. Por ahora, eso tendrá que bastar.

*Artículo original de Anthony Licciardi y traducido por Ernesto Guevara

Ernesto Guevara

Ernesto es productor de contenido para The Sporting News en sus ediciones en español. Venezolano. Generación 1991. Periodista desde 2013. Desde 2022 en The Sporting News. Comunicador innato. Fútbol y vida. Partidario de que cada quien tiene su verdad, pero existe una sola realidad.

Anthony Licciardi

Anthony Licciardi is a freelance NFL Draft and MLB writer with The Sporting News. He has covered several NFL teams for Athlon Sports and Sports Illustrated’s wire sites. A 2023 Rutgers University graduate, Anthony is usually lost in a spreadsheet or a good book. He also enjoys grabbing coffee, playing with his cats and listening to an elite lineup of podcasts.