Los Chicago White Sox, de repente, son el mejor equipo al bate de todo el béisbol.
Sí, en serio.
Desde el Juego de Estrellas, los White Sox tienen el mejor OPS de las Grandes Ligas, con .861.
Codify nos trae la lista completa:
OPS SINCE THE BREAK:
— Codify (@CodifyBaseball) August 2, 2025
.861 CWS
.848 TOR
.826 BAL COL
.824 ATH
.809 MIL
.781 PHI
.780 CLE
.774 KC
.747 NYY
.742 SD
.739 LAD
.738 MIA
.731 CHC
.727 ATL
.726 LAA
.722 MIN
.712 SF
.711 CIN
.708 BOS
.704 PIT WSH
.670 TEX
.669 HOU
.659 DET
.658 TB
.652 STL
.649 ARI
.645 NYM
.640 SEA
Para poner esto en contexto: los legendarios New York Yankees de 1927, conocidos como la alineación de Murderers' Row, tuvieron un OPS colectivo de .872.
Primero que nada, eso es una locura, mantener ese ritmo ofensivo durante toda una temporada.
Pero también significa que los White Sox han estado casi a ese nivel durante este tramo. Tienen marca de 41-69. Se encaminan a otra temporada decepcionante, aunque no tan históricamente mala como la del año pasado.
Pero de alguna manera, están encendidos.
Desde el Juego de Estrellas, han jugado 13 partidos, hasta la noche del sábado.
En ese lapso, tienen récord de 9-4.
Han anotado 90 carreras en 115 entradas jugadas, mientras que solo han permitido 53.
En ese mismo periodo, el equipo ha conectado 28 dobles, 27 jonrones y ha robado siete bases en ocho intentos.
Colectivamente, están bateando para .292, con un porcentaje de embasarse de .337 y un slugging ridículo de .525.
El promedio de bateo en bolas en juego es de .310, un número que no parece producto del azar.
Este es un equipo que ha comenzado a golpear la pelota con autoridad, y lo están haciendo desde todas las partes del orden al bate.
Puede que esto no se mantenga, pero en una temporada donde aún están 28 juegos por debajo de .500, ese ni siquiera es el punto.
El punto es que esto ha sido divertido. Los White Sox están dando a sus aficionados una razón para sonreír nuevamente.
Y si de alguna manera logran mantener parte de este impulso ofensivo hasta 2026, tal vez finalmente encuentren la forma de cambiar el rumbo.
*Artículo original de Billy Heyen y traducido por Ernesto Guevara