El inicio de la temporada 2025 de la NFL no ha sido el soñado para los Miami Dolphins. A pesar de un ataque con destellos de su potencial, la defensa ha entrado en una espiral descendente que ya dejó al equipo con un preocupante récord de 0-2 y estadísticas históricamente malas.
En la derrota de esta semana ante los New England Patriots por 33-27, la defensa permitió anotaciones en las tres primeras posesiones de su rival. Esto se suma a las siete series consecutivas con puntos que concedieron en la Semana 1 ante los Indianapolis Colts. En total, Miami permitió anotaciones en sus primeras 10 posesiones de la temporada, un registro sin precedentes en más de dos décadas.
La única “parada” llegó al final de la primera mitad contra los Patriots, cuando el mariscal novato Drake Maye se arrodilló para consumir el reloj. Una acción que, como señalaron varios reportes, se debió más a una tecnicidad que a un mérito defensivo.
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Estadísticas que exponen la crisis
Dos números claves ilustran el mal comienzo de los Dolphins, que pueden hundir por completo cualquier esperanza de entrar a Playoffs.
Terceras y cuartas oportunidades: Miami está empatado con los Cowboys en el puesto 31 de la liga, permitiendo un 51,9% de conversiones en terceros downs. Además, no han conseguido detener ni una sola cuarta oportunidad en lo que va de 2025.
Tiempo en el campo: El rival promedia más de 36 minutos de posesión por partido, el peor registro defensivo de toda la NFL.
The Miami Dolphins' defense has yet to register a stop this season.
— The Athletic (@TheAthletic) September 14, 2025
Nine possessions, nine scores for their opponents 😳
🎥 @NFLpic.twitter.com/NO2QxsEQ8t
El liniero defensivo Zach Sieler fue claro sobre el origen del problema: “Tenemos que jugar mejor como unidad. Hay que detenerlos en primeros y segundos downs para tener mejores chances en tercera”.
Un gran desafío para el cuerpo de entrenadores
El panorama se complica aún más por los cambios en la unidad defensiva. La salida de Jalen Ramsey, sumada a lesiones en la secundaria como la de Kader Kohou, dejó a Miami sin estabilidad en el perímetro. El coordinador defensivo Anthony Weaver debe reajustar rápidamente con las nuevas piezas.
El reto no será sencillo. Los Dolphins visitan en la Semana 3 a los Buffalo Bills (2-0), un rival divisional con una de las ofensivas más explosivas de la NFL. Si Miami no encuentra soluciones inmediatas, su temporada podría desmoronarse antes de llegar siquiera a la mitad del calendario.
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