Los Angeles Lakers comenzaron la temporada con buen pie, lo que despertó el entusiasmo entre los aficionados. Tras un verano dramático en el que se rumoreaba que LeBron James podría solicitar un traspaso, parecía que finalmente iba a jugar en un equipo competitivo, tal y como él esperaba.
"LeBron quiere competir por el campeonato", supo declarar Rich Paul a ESPN. "Sabe que los Lakers están construyendo un equipo con vistas al futuro. Lo entiende, pero valora la posibilidad realista de ganarlo todo. Estamos muy agradecidos por la colaboración que hemos mantenido durante ocho años con Jeanie [Buss] y Rob [Pelinka] y consideramos que los Lakers son una parte fundamental de su carrera".
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Sin embargo, los Lakers se han enfriado últimamente. Tras perder dos partidos consecutivos, Jake LaRavia sugirió que podría haber una desconexión dentro del equipo."No sabría decirte. Creo que podría haber una desconexión en este momento. Pero volveremos a la senda correcta. Tendremos esta reunión, de la que hablaba JJ, y esperamos que la incomodidad que genera nos impulse en la dirección correcta", había señalado tras caer ante los Suns.
Claro que la derrota en la jornada de Navidad ante Houston de demasiado. El entrenador JJ Redick se enojó con su equipo y dejó claro que se avecinan cambios. La defensa de los Lakers ha sido pésima en este inicio de temporada, y Redick finalmente ha dicho basta.
"Somos un equipo de baloncesto terrible y esta noche hemos sido un equipo de baloncesto terrible... No nos importa lo suficiente como para ser profesionales... Ahora mismo no lo tenemos", disparó el coach, quien agregó. "Les dije a los chicos que el entrenamiento del sábado iba a ser incómodo. La reunión va a ser incómoda. No voy a jugar otros 53 partidos así", dijo Redick tras perder contra los Rockets.
Los Lakers se encuentran en una situación difícil y, si la tensión continúa, esto podría convertirse en un problema a largo plazo. Es necesario que se produzca un cambio, y debe producirse rápidamente, antes de que sea demasiado tarde.
Redick es un ganador y, en estos momentos, los Lakers no están jugando al baloncesto ganador. Esta creciente desconexión podría convertirse en un problema grave, uno que quizá no sea fácil de resolver. ¿Se vendrán traspasos? Por lo pronto, con tres derrotas en fila, los Lakers han caído al cuarto lugar del Oeste con marca de 19-10.
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