Después de un verano en silencio, LeBron James habló con la prensa a sus casi 41 años y con un contrato por 52.6 millones de dólares que expira al final de la temporada. El alero fue tajante en la presentación ante la prensa el lunes: su futuro no dependerá de Luka Doncic.
"¿Cuánto tiempo más jugaré? Cero relación con eso. Mi motivación es entrenar mi cuerpo para jugar junto a él cada noche, pero mi decisión será mía, de mi esposa y mi hija," explicó.
Mientras tanto, Los Angeles Lakers han girado su proyecto hacia Doncic. En los últimos meses se reunió en privado con el presidente de operaciones y gerente general Rob Pelinka y el entrenador JJ Redick, sin la presencia de LeBron.
También tuvo un papel clave en el reclutamiento de Deandre Ayton, ex número uno del Draft, y de Marcus Smart, Defensivo del Año en 2022. El movimiento quedó sellado con una extensión de tres años y 165 millones de dólares para Luka, festejada con una salida a Las Vegas en la que James tampoco estuvo.
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Un futuro abierto para James
Por primera vez desde que llegó a Los Ángeles, LeBron no es el eje de la organización ni cuenta con opción de jugador. Será agente libre sin restricciones cuando termine la temporada.
Pese a haber quedado fuera de decisiones importantes, aseguró estar entusiasmado con la plantilla armada tras la presión ejercida por su representante meses atrás. "Estoy emocionado de ponerme a trabajar y ver qué podemos alcanzar," señaló.
El mensaje de James fue claro: aunque reconoce la importancia de Doncic como nuevo líder de la franquicia, su continuidad o retiro será una decisión estrictamente familiar. Su futuro inmediato sigue abierto y dependerá solo de él.
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