Los Indiana Pacers parecían estar contra las cuerdas en el segundo partido de la serie ante Cleveland Cavaliers. Perdían por 14 puntos entrando al último cuarto y todo apuntaba a que el duelo quedaría igualado, a pesar de las bajas de los Cavs -sin Evan Mobley, De'Andre Hunter y Darius Garland-.
Pero entonces ocurrió lo inesperado e Indiana encaminó una remontada furiosa. Punto a punto, posesión tras posesión, los Pacers recortaron la diferencia hasta volver a ponerse en partido.
Aun así, cuando quedaban apenas 10 segundos y la visita perdía por 3 puntos, parecía que el avance no alcanzaría. Tyrese Haliburton fue a la línea, convertió el primero y falló su segundo tiro libre. El balón rebotó... y allí apareció el base otra vez.
De alguna manera, Haliburton capturó su propio rebote, dándole una vida extra a los Pacers.
Sin pedir tiempo muerto, Haliburton tomó el control del balón y, con calma, llegó hasta la parte alta de la llave. Miró a su defensor, realizó un crossover y creó el espacio necesario con un paso atrás.
Y entonces lo hizo. Triple limpio. Partido terminado.
TYRESE HALIBURTON CALLS GAME 🤯
— The Sporting News (@sportingnews) May 7, 2025
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Cleveland, con solo un segundo en el reloj, no logró siquiera lanzar al aro. La victoria fue de Indiana, con una remontada tan electrizante como improbable: los de Rick Carlisle perdían por siete unidades en el último minuto y, aun así, se quedaron con el triunfo y el 2-0 en la serie. Gracias a Haliburton, pero también a una serie de errores fatales por parte de los Cavaliers.
Una falta ofensiva de Donovan Mitchell -quien terminó con nada menos que 48 puntos- y pérdidas en la reposición le terminaron costando el partido -¿y quizá la temporada?- al mejor récord de la Conferencia Este. Cleveland ahora debe viajar a Indianapolis para ganar al menos un encuentro y hacer que la serie regrese a su estadio para un quinto juego.
Antes, deberán dejar atrás un final de pesadilla, coronado por el disparo más importante de la carrera de Haliburton.