Los Dallas Mavericks entran a la temporada 2025–26 con grandes expectativas, pero tendrán que comenzar sin una de sus mayores estrellas. Kyrie Irving, el veterano base All-Star, sigue recuperándose de la rotura de ligamento cruzado anterior que sufrió la pasada primavera. La lesión puso fin a lo que había sido una temporada impresionante, obligando al equipo a sobrevivir sin su principal generador de tiros durante la recta final rumbo a los playoffs.
Antes de lesionarse, Irving estaba en plena forma, promediando 24.7 puntos, 4.8 rebotes y 4.6 asistencias con un 47.3% de acierto en 50 partidos. Firmó actuaciones de peso, como una noche de 40 puntos contra Golden State y un triple-doble de 37 unidades frente a New Orleans, demostrando que aún puede dominar partidos al más alto nivel.
Ahora, todas las miradas están puestas en su calendario de regreso —y hay dos fechas marcadas como posibles. Si su recuperación mantiene el ritmo actual, los Mavericks planean un retorno para el Día de Martin Luther King Jr. en enero, cuando recibirán a los New York Knicks. Pero si su rehabilitación avanza más rápido de lo previsto, el Día de Navidad se perfila como un regreso adelantado y electrizante, con Dallas enfrentando a los Golden State Warriors en un duelo televisado a nivel nacional. Cualquiera de las dos fechas sería uno de los regresos más esperados de la liga.
Con Irving de vuelta, la ofensiva de los Mavs recupera de inmediato su versatilidad e imprevisibilidad. Su capacidad élite de crear tiros, su rango y su instinto en momentos decisivos encajan perfectamente con la dominancia interior de Anthony Davis y la energía y envergadura del novato Cooper Flagg. Su regreso también libera el ataque en finales cerrados, donde la calma del jugador bajo presión puede inclinar la balanza a favor de Dallas.
Más allá de las estadísticas, la presencia de Irving aporta estabilidad al vestuario. Su experiencia como campeón y su liderazgo veterano podrían ser el pegamento que una a un plantel en plena transición tras el traspaso de Luka Dončić.
Si Dallas logra mantenerse en la pelea por los playoffs hasta su regreso, la segunda mitad de la temporada podría traer un impulso significativo —con piernas frescas, una rotación más profunda y un quinteto final que pocos equipos pueden igualar.
Ya sea en Navidad contra Golden State o en el Día de Martin Luther King frente a los Knicks, el regreso de Kyrie Irving podría ser el punto de inflexión que transforme a Dallas de un contendiente esperanzado en una verdadera amenaza al título de la NBA 2026.
*Artículo original de Trae Williams y traducido por Ernesto Guevara
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