La situación entre Terry McLaurin y los Washington Commanders ha escalado en las últimas semanas, generando un clima de incertidumbre en torno al futuro del receptor estrella. Las negociaciones por una extensión de contrato están completamente estancadas, y el propio jugador expresó públicamente su frustración con la organización.
"Me he sentido bastante frustrado, no voy a mentir", declaró McLaurin. "Todo lo que ha pasado hasta ahora ha sido decepcionante y frustrante. Quiero continuar mi carrera aquí, he construido mi vida aquí, mi esposa y yo compramos nuestra primera casa en este lugar. Siempre quise estar aquí. Por eso, ver cómo se han dado las cosas ha sido decepcionante". Además, McLaurin agregó "obviamente entiendo que todo esto es un negocio, pero al mismo tiempo quiero estar en una situación donde me sienta valorado y apreciado".
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¿Qué busca McLaurin en su próximo contrato?
Desde su llegada a la liga, McLaurin ha sido una figura estable y productiva en una franquicia marcada por la inestabilidad. En 2024, bajo el mando del novato Jayden Daniels, firmó su mejor temporada:
82 recepciones
1.096 yardas
13 touchdowns (récord de franquicia)
Además, fue responsable del 44,8% de los touchdowns por recepción del equipo, la tercera cifra más alta de toda la NFL, solo por detrás de Brian Thomas Jr. (52,6%) y Malik Nabers (46,7%). Ese nivel de impacto lo coloca en la conversación con la élite de receptores de la liga.
Según la herramienta de valor de mercado de Spotrac, el receptor podría aspirar a un contrato de tres años por 93,1 millones de dólares, con un salario promedio anual (AAV) de 31,1 millones. Esto lo convertiría en el séptimo WR mejor pagado de la NFL en términos de AAV.
From The Insiders on @NFLNetwork: #Commanders WR Terry McLaurin wants a new deal, one that eclipses $30M a year. And he's not thrilled it hasn't happened yet. pic.twitter.com/ctdW1D4cQ5
— Ian Rapoport (@RapSheet) July 15, 2025
Sin embargo, el mercado se ha movido rápidamente. Recientes extensiones de DK Metcalf con los Steelers y Garrett Wilson con los Jets superaron los 32 millones anuales, lo que podría elevar las exigencias del propio McLaurin, quien se considera dentro del mismo escalón competitivo.
¿Se ausentará del Training Camp?
Una de las herramientas más comunes para presionar en este tipo de situaciones es el "holdout", una práctica donde el jugador se ausenta del Training Camp para forzar una resolución contractual favorable. Aunque McLaurin no lo ha confirmado públicamente, todo indica que esa es la dirección que podría tomar si no hay avances.
Con el arranque del campamento cada vez más cerca, la tensión en Washington sigue en aumento. La franquicia enfrenta una decisión clave: asegurar a su receptor figura o arriesgarse a un conflicto mayor justo cuando el proyecto con Jayden Daniels comienza a tomar forma.