En la última década, los Pittsburgh Steelers y los Cincinnati Bengals han elevado mucho la intensidad de su rivalidad. La serie de dos partidos de esta temporada solo subrayó ese hecho. Ahora, una carta de disculpas podría avivar aún más las llamas.
Lo más reciente en la cadena de hechos desafortunados entre estos equipos llegó en la Semana 11, cuando la estrella de los Bengals, Ja’Marr Chase, le escupió al veterano defensivo de los Steelers, Jalen Ramsey. En el campo, nadie excepto Ramsey vio el escupitajo, así que el jugador de Pittsburgh fue expulsado por su reacción.
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Pero después del partido, Ramsey aclaró la situación, y un video desde la banda lo reivindicó y puso toda la culpa en Chase por el altercado. De alguna manera, el WR tuvo el descaro de afirmar que no “escupió a nadie”.
Chase fue justamente suspendido por sus acciones, convirtiendo esa saliva lanzada por despecho y frustración en un costoso escupitajo de 500 mil dólares. El receptor cumplió su suspensión el domingo, viendo desde afuera cómo los Bengals perdían 26-20 ante los Patriots, su cuarta derrota consecutiva y la séptima en sus últimos ocho partidos.
El lunes, Chase finalmente emitió una disculpa por lo que hizo a través de sus redes sociales. Pero hubo algunos elementos muy llamativos de la situación que no fueron mencionados.
An apology from #Bengals WR Ja’Marr Chase: https://t.co/VJC0wLmOaj pic.twitter.com/tHr8Cb9Jdr
— Ari Meirov (@MySportsUpdate) November 24, 2025
Si bien es admirable que haya publicado una carta de disculpas, los dos aspectos principales de todo el altercado no fueron mencionados en absoluto. No hubo mención de la palabra “escupitajo” ni de ningún sinónimo, y tampoco hubo mención de Jalen Ramsey.
Chase dijo que quería “disculparse personalmente con todos dentro de la organización de los Pittsburgh Steelers”. Pero disculparse con toda una organización y ni siquiera mencionar al tipo al que realmente le escupiste no parece muy personal. Chase tampoco se disculpó por mentir de manera descarada sobre el “Spitgate” en el vestuario después del partido.
Faltan muchas cosas ahí. Y resulta gracioso ver cómo Chase ha manejado todo este lío.
Negó haber escupido a pesar de la clara evidencia en video, luego apeló la suspensión mientras todavía no reconocía que lo había hecho (y después mintió al respecto), y finalmente se disculpó por sus acciones sin mencionar la acción en sí, ni a la persona hacia la que dirigió la acción, ni la mentira posterior.
*Artículo original de Alex Murray, traducido por Facundo Echarren
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