Saquon Barkley fue el mejor jugador ofensivo de la NFL el año pasado, ganando los premios de la AP y de Sporting News que lo reconocieron como tal. Se convirtió en el noveno jugador en la historia de la liga en superar las 2.000 yardas por tierra en una temporada.
También ayudó a los Philadelphia Eagles a lograr un 4-0 en los playoffs con 499 yardas por tierra, culminando con la victoria del equipo en el Super Bowl 59 sobre los Chiefs. Ese partido coincidió además con el cumpleaños número 28 de Barkley, coronando una primera temporada histórica con su equipo.
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Barkley y los Eagles tienen marca de 4-1 en su intento por repetir como campeones del Super Bowl, pero sus números hasta la Semana 5 están muy lejos de lo que hizo en 2024. Aunque está aportando un poco más como receptor, su producción terrestre ha caído drásticamente.
Aquí analizamos la diferencia entre ambas temporadas y las razones por las que Barkley atraviesa una baja de rendimiento.
Estadísticas de Saquon Barkley 2024 vs. 2025
Barkley ha sido un corredor diferente esta temporada, pasando de un ritmo vertiginoso que lo llevó a las 2.000 yardas por tierra a necesitar acelerar para asegurarse de alcanzar al menos las 1.000 nuevamente.
A continuación, se muestra el marcado contraste entre la temporada pasada y la actual, tomando como referencia que Barkley solo jugó 16 partidos, ya que descansó en la Semana 18 de 2024:
| Estadística | Barkley en 2024 | Barkley en 2025 (proyección) |
| Acarreos | 345 (21.6 por partido) | 266 (16.6 por partido) |
| Yardas terrestres | 2,005 (125.3 por partido) | 854 (53.4 por partido) |
| Yardas por acarreo | 5.8 (más alto en su carrera) | 3.2 (más bajo en su carrera) |
| Recepciones | 33 | 54 |
| Yardas aéreas | 278 | 410 |
| Yardas totales | 2,283 | 1,264 |
| Touchdowns | 15 | 13 |
Tres razones de la baja de rendimiento de Saquon Barkley en 2025
Desgaste, esfuerzo y un poco de edad
Barkley está acumulando kilómetros con aproximadamente un año y medio por delante antes de cumplir 30. Aunque ha perdido 26 partidos por lesión o descanso desde que fue seleccionado en el puesto número 2 del draft por los Giants en 2018, aún promedia unas 270 jugadas por temporada.
El año pasado, Barkley lideró la liga con 345 acarreos y 378 toques de balón en 16 partidos. En los playoffs tuvo 91 acarreos y 13 recepciones, llevando esos totales a 436 y 482 en 20 partidos. Eso equivale a casi 24 toques por partido, un volumen muy alto en la NFL moderna para cualquier corredor.
Barkley tuvo que jugar un mes más que la mayoría de los corredores. La historia ha demostrado que una carga de trabajo así puede provocar una baja de rendimiento o, peor aún, lesiones por desgaste. Con un volumen similar, el exjugador de los Titans Chris Johnson pasó de 2.006 yardas por tierra en 2009 a 1.364 en 2010. Adrian Peterson, después de su temporada de 2.097 yardas con los Vikings en 2012, bajó a 1.266 en 2013.
Hay una razón por la que ningún jugador ha corrido para más de 2.000 yardas dos veces en su carrera: el desgaste físico que implica hacerlo una sola vez. Repetirlo en temporadas consecutivas es imposible. Sorprende lo menos explosivo que se ha visto a Barkley en 2025, sin carreras de más de 17 yardas hasta ahora. En 2024 tuvo 17 acarreos de 20 o más yardas.
Problemas en la línea ofensiva de los Eagles
No hay inconvenientes con sus bloqueadores estrella en los extremos: el tackle izquierdo Jordan Mailata y el tackle derecho Lane Johnson. Han sido sus pilares habituales tanto en la protección del pase como en el bloqueo para la carrera.
Pero el trabajo en el interior, con el guardia izquierdo Landon Dickerson lesionado, el centro Cam Jurgens con dificultades y Tyler Steen sobrepasado, ha estado muy por debajo del nivel esperado. No están abriendo los mismos huecos entre los tackles para que Barkley corra con potencia como lo hizo la temporada pasada. La jugada de empuje corto con Jalen Hurts (“tush push”) sigue siendo efectiva, pero eso se limita a situaciones de corto yardaje. No ha habido espacio para que Barkley logre acarreos largos, especialmente con las defensas enfocadas en detenerlo primero a él antes que al ataque aéreo de los Eagles.
Menor volumen y efectividad en el juego terrestre
Los Eagles no le han dado el balón a Barkley lo suficiente. Olvidaron correr con ventaja en la segunda mitad ante los Broncos bajo el mando de Nick Sirianni, lo que llevó a que desperdiciaran la ventaja y sufrieran su primera derrota de la temporada. Han abandonado el juego terrestre demasiado pronto, frustrados por el lento arranque de Barkley.
Por eso están intentando crear más oportunidades para él en campo abierto con más pases, en parte también porque los receptores A.J. Brown y DeVonta Smith están teniendo problemas para conectar con Hurts en pases largos. La jugada más explosiva de Barkley en la temporada fue precisamente ante Denver: una recepción y corrida de 47 yardas para touchdown en una ruta wheel.
Con un promedio de cinco acarreos menos por partido, Barkley no tiene la oportunidad de generar ritmo ni de mantenerse involucrado en la segunda mitad. No está recibiendo suficientes jugadas frente a defensas desgastadas, que suelen ser las que permiten esas carreras largas.
Las decisiones de jugadas de Sirianni no han sido las mejores, y la relación entre el juego terrestre y el aéreo no está funcionando. Cuando Barkley no puede avanzar por tierra, Brown y Smith deberían asumir el protagonismo, pero eso solo ha ocurrido una vez, contra los Rams en la Semana 4.
Si el juego terrestre no establece el pase profundo como los Eagles desean, el campo se comprime y las defensas pueden cerrar espacios. No es casualidad que Hurts tenga el promedio más bajo de su carrera con 6.4 yardas por intento de pase al mismo tiempo que Barkley está siendo contenido.
Barkley necesita que Hurts logre activar a Brown y Smith como las amenazas que suelen ser. El hecho de que el ala cerrada Dallas Goedert esté rescatando a Hurts con más frecuencia en la zona roja no es una buena señal para el techo ofensivo del equipo.
Que los Eagles recuperen su sólido juego terrestre con Barkley es fundamental, y eso, a su vez, permitirá que Hurts, Brown y Smith mejoren sus estadísticas.
*Artículo original de Vinnie Iyer, traducido por Facundo Echarren.
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