En la antesala del inicio de la temporada regular, los New Orleans Saints realizaron un movimiento que ha despertado muchas críticas en la NFL.
La franquicia de Luisiana decidió reforzar su cuerpo de receptores adquiriendo a Devaughn Vele en un intercambio con los Denver Broncos, una decisión que, aunque en un primer vistazo parece acertada, se transforma en un error estratégico al analizar el precio pagado y el rol que tendrá el jugador en la ofensiva.
Un precio demasiado alto para un receptor secundario
El costo del traspaso es el gran punto de debate. Los Saints enviaron una selección de cuarta ronda del Draft 2026 y otra de séptima en 2027 para hacerse con un jugador de 27 años que había perdido protagonismo en Denver, superado en la rotación por receptores como Troy Franklin y el novato Pat Bryant.
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Aunque Vele mostró condiciones interesantes en su año de novato, con 41 recepciones para 475 yardas y tres touchdowns, su presente lo ubica más como un complemento que como un receptor determinante.
El problema es que Nueva Orleans entregó un capital de draft que podría convertirse en muy valioso. Si los Saints cumplen los pronósticos de ser uno de los peores equipos de la liga, esa cuarta ronda se acercará en valor a una tercera, lo que multiplica la percepción de que el equipo pagó de más por un jugador destinado a un rol secundario.
Los Saints desorientados en su reconstrucción
La decisión resulta aún más cuestionable si se tiene en cuenta el panorama general de la franquicia. El equipo no tiene certezas en la posición de mariscal de campo, donde Spencer Rattler y Tyler Shough compiten por la titularidad sin ofrecer garantías de estabilidad a largo plazo.
En ese contexto, cada selección de draft es fundamental para reconstruir el roster y apuntar al futuro. Sin embargo, en lugar de conservar ese recurso estratégico, los Saints lo utilizaron en un receptor que cumplirá 28 años durante la temporada y que difícilmente se convierta en una pieza clave de la ofensiva.
Under no circumstances should the Saints be trading draft picks right now https://t.co/gxFHVz84gU
— Trevor Sikkema (@TampaBayTre) August 20, 2025
Una posición que no necesitaba inversión
El argumento de la “necesidad” tampoco resiste el análisis. Nueva Orleans ya cuenta con un grupo de receptores de nivel con Chris Olave, Rashid Shaheed y Brandin Cooks. Ninguno supera el 1,83 de estatura, pero todos han demostrado capacidad para generar separación y ser productivos en distintas funciones ofensivas. La incorporación de Vele, por lo tanto, no soluciona una carencia estructural ni eleva el techo del equipo de forma significativa.
Los Saints no solo pagaron un precio excesivo por un jugador de rol secundario, sino que además dejaron en evidencia un preocupante manejo de su capital de draft. En una liga donde cada selección cuenta y donde los equipos en reconstrucción deben cuidar sus activos con precisión quirúrgica, hipotecar parte del futuro por Devaughn Vele parece un error que podría pasarles factura más temprano que tarde.