Los Baltimore Ravens están a 15 días de comenzar su temporada como visitantes ante los Buffalo Bills, el mismo lugar donde terminó su temporada 2024 en enero.
No obstante, al concluir la pretemporada, un hueco evidente en el roster es el de quarterback suplente. En dos partidos de pretemporada, Cooper Rush y Devin Leary completaron 30 de 56 pases, con un touchdown y cuatro intercepciones.
Y, claro, se podría argumentar que si Lamar Jackson se lesiona, los Ravens no irán al Super Bowl, y es un argumento válido. Sin embargo, si el dos veces MVP sufre alguna lesión menor que le provoque perderse varios partidos, Baltimore no tiene un suplente fiable al que recurrir, pero podrían hacerlo.
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Los Indianapolis Colts nombraron recientemente a Daniel Jones como su quarterback titular, y el entrenador en jefe Shane Steichen dejó claro que esta decisión se tomaría a lo largo de la temporada y que Jones no tendría margen de maniobra.
Esto deja al exseleccionado de primera ronda, Anthony Richardson, en la banca, con la necesidad de un nuevo comienzo. Llegan los Ravens, que podrían contar con el quarterback de 1,96 metros de altura y gran movilidad durante un breve periodo de partidos si algo le sucede a Jackson.
Probablemente también sería una buena decisión para Richardson, ir a un equipo de élite como Baltimore para una temporada de rehabilitación mientras vuelve al mercado para potencialmente ser titular en 2026.
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