John Calipari ha entrenado a una lista interminable de talentos élite, desde futuras estrellas de la NBA hasta campeones y jugadores franquicia. Sin embargo, dos nombres sobresalen por encima del resto: Derrick Rose y Shai Gilgeous-Alexander, ambos ganadores del premio al Jugador Más Valioso de la liga.
Aunque a simple vista sus estilos de juego no podrían ser más distintos, Calipari ve una conexión especial entre ellos.
"He tenido la bendición de entrenar a dos MVP de la NBA: Derrick Rose y Shai Gilgeous-Alexander. Los dos tienen el mismo ADN," afirmó Calipari en The Pat McAfee Show. "Están impulsados y enfocados en mejorar toda su carrera. Además, son compañeros de equipo extraordinarios. Shai nunca hace entrevistas postpartido sin tener a sus compañeros cerca. Derrick nunca aceptaba una sesión de fotos para una revista sin incluirlos. Derrick era pura velocidad y explosividad; Shai es control y ritmo."
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Dos caminos distintos, la misma mentalidad
La historia entre Rose y Calipari comenzó en Memphis, donde el base llevó a los Tigers a la final universitaria de 2008 antes de ser elegido número uno del Draft. Su impacto fue inmediato: el MVP más joven de la historia de la NBA, con un primer paso imparable y una agresividad feroz al atacar el aro. Sin embargo, las lesiones cortaron de raíz su ascenso y le quitaron la explosividad que lo hizo único.
En contraste, Gilgeous-Alexander. MVP en 2025, llegó a Kentucky con menos expectativas mediáticas, pero fue puliendo su juego hasta convertirse en una de las fuerzas más dominantes de la liga. Sin basarse en potencia física bruta, SGA brilla gracias a su precisión, su impecable juego de pies y su capacidad para usar su cuerpo de forma estratégica, complicando cada posesión a sus rivales.
Distintas herramientas, mismo espíritu competitivo. Tal y como lo define Calipari: "diferentes armas, misma bestia."
D-Rose on the Bulls was something else 😤 pic.twitter.com/xpt0oMAogl
— Athlete Swag (@AthleteSwag) March 22, 2020
Lo que realmente los distingue
Más allá de lo que muestran en las canchas, Calipari asegura que lo que los hace únicos es su humildad y su capacidad para desviar el foco hacia el equipo. Rose no aceptaba salir en portadas sin sus compañeros, mientras que SGA evita hacer entrevistas solo.
Valoran la victoria, pero valoran aún más a quienes los ayudan a conseguirla. Para Calipari, esa combinación de talento y modestia es lo que conecta a dos MVP de distintas eras y estilos de juego, y lo que los hace verdaderamente inolvidables.
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