El interior de los New York Knicks, Mitchell Robinson, es desde hace tiempo uno de los peores tiradores de tiros libres de la liga. Y, de alguna manera, su rendimiento está empeorando aún más.
Esta temporada, Robinson apenas registra un 5 de 25 (20%) desde la línea. La situación se ha vuelto tan crítica que los rivales han vuelto a aplicar el "Hack-A-Mitch", una estrategia ya vista en postemporadas recientes, en la que los contrarios le cometen faltas intencionales para enviarlo a la línea y frenar el ataque de los Knicks.
Ese 20% es, por lejos, el peor porcentaje de su carrera, aun cuando su promedio histórico tampoco es alentador: apenas un 51.1%. Además, Robinson está acercándose al récord histórico de peor porcentaje de tiros libres en una temporada, establecido en 2001 por Ben Wallace, quien lanzó para un 33%.
En los cuartos de final de la Copa NBA contra los Toronto Raptors, Robinson fue enviado a la línea en múltiples ocasiones mediante faltas intencionales y terminó con un pobre 2 de 8. Incluso Mike Breen, de MSG, expresó su frustración al aire y criticó la mecánica del jugador. "No hay nada de arco en su tiro. No tiene ninguna chance de entrar. Me pregunto qué le estará diciendo el coach de tiro de los Knicks", comentó.
Robinson intentará mejorar desde la línea a medida que avance la temporada; de lo contrario, esto podría convertirse en un problema serio para los Knicks de cara a los Playoffs, especialmente en su intento por romper la sequía de 52 años sin títulos rumbo al 2026.
New York jugará las semifinales de la Copa NBA en Las Vegas, el próximo sábado 13 de diciembre, frente al Orlando Magic.