Durante la era más dominante de los Golden State Warriors, Stephen Curry y compañía jugaban con una confianza casi irrompible. Incluso cuando iban perdiendo por dos dígitos, sentían que podían remontar y ganar con autoridad. Esa seguridad era tal que, según confesó el propio Curry, aprovechaba el medio tiempo para entrar a redes sociales como Twitter (ahora X) o la ya desaparecida Vine para ver qué decía la gente.
En una entrevista con Speedy Morman, de Complex, el dos veces MVP admitió que solía hacer sus propias "entrevistas" en pleno partido, enviando fotos a sus amigos con mensajes como "¿Qué vamos a hacer?" mientras el equipo estaba abajo por 10 o más puntos. "Era parte de toda esa escena," recordó.
Con el paso del tiempo, ha reducido esta costumbre, pero reconoció que en aquellos años los Warriors jugaban con una "confianza irracional" que les permitía bromear incluso en momentos de presión.
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Un Curry más enfocado en el presente
Hoy, con 37 años y tras mucho tiempo como el rostro de la franquicia, Curry ya no se distrae de esa forma. La madurez y la exigencia física de mantenerse en la élite lo han llevado a enfocarse más en el juego y en liderar a un equipo que ya no tiene el dominio absoluto de años anteriores.
Ahora dedica ese tiempo de descanso a analizar ajustes tácticos y a motivar a sus compañeros para la segunda mitad. También ha adoptado un rol más vocal en el vestuario, guiando a los jóvenes en la preparación mental para momentos clave. Para Steph, cada partido es una oportunidad de seguir dejando huella antes de que llegue el inevitable final de su carrera.
The 2024-25 Twyman-Stokes Teammate of the Year is... Stephen Curry!
— NBA (@NBA) April 28, 2025
Curry receives the honor that recognizes the player deemed the best teammate based on selfless play, on and off court leadership as a mentor and role model to other NBA players, and commitment and dedication to… pic.twitter.com/nLwXeRQxj2
El objetivo: un quinto anillo en un Oeste más competitivo
De cara a la temporada 2025-2026, Curry tiene claro su objetivo: un quinto campeonato. La plantilla ya no luce como la dinastía que marcó época, pero sigue siendo competitiva. Draymond Green continúa como pilar defensivo, y la llegada de Jimmy Butler al cierre de la temporada pasada suma experiencia y carácter para playoffs.
El núcleo sabe que la salud será clave y que necesitan un tercer jugador que marque la diferencia en la ofensiva: Brandin Podziemski podría consolidarse en ese papel, mientras que Buddy Hield ofrece poder de fuego desde el perímetro.
Sin embargo, la falta de movimientos en la agencia libre, debido en parte a la situación contractual de Jonathan Kuminga, deja a los Warriors en desventaja frente a rivales como Denver o Houston, que sí se han reforzado. Para Curry, el margen de error es mínimo si quiere volver a levantar el Trofeo Larry O'Brien.
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