Draymond Green fue suspendido durante las Finales de la NBA de 2016 con los Golden State Warriors por acumular demasiadas faltas flagrantes. Fue un punto de inflexión en esas Finales, y un factor importante en el campeonato que ganaron los Cleveland Cavaliers.
LeBron James, la estrella de los Cavaliers en ese momento, habló recientemente con Steve Nash sobre la situación. Añadió que, aunque Green era claramente un jugador influyente para los Warriors, había muchos otros jugadores de rol que le preocupaban por la posibilidad de que dieran un paso al frente y vencieran a Cleveland.
"No, sentimos que iba a ser aún más difícil porque los jugadores de rol juegan mejor en casa. Sabíamos lo que Steph y Klay iban a aportar. Pero también sabíamos, ya sabes, Leandro Barbosa, Marreese Speights, Harrison Barnes...", dijo el Rey.
"Sabes que esos tipos van a jugar mejor en casa. Teníamos que concentrarnos aún más porque... Algunos jugadores simplemente no rinden igual; los jugadores de rol a veces se intimidan con el público visitante", completó James.
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Al mirar atrás, ese equipo de los Warriors fue uno de los mejores jamás armados, y solo mejoraron en los años siguientes. Que James les haya ganado de esa manera es algo que probablemente nunca volvamos a ver, especialmente contra un equipo tan talentoso como lo era Golden State.
En cambio, eso le permitió al oriundo de Akron, Ohio, demostrar por qué era el mejor jugador del mundo en ese momento, por un amplio margen.
James ganó su tercer campeonato esa temporada, incluido su tercer premio al Jugador Más Valioso de las Finales. Si no fuera por ese equipo de los Warriors, probablemente tendría varios anillos más en su colección.
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*Artículo original publicado por Jon Conahan y traducido por Facundo Echarren