La comparación de Rod Strickland con Kyrie Irving que pocos esperaban

Eduardo Solano

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En la NBA actual, pocos jugadores pueden igualar la magia con el balón que despliega Kyrie Irving en cada partido. Con un drible hipnótico, cambios de dirección impredecibles y una creatividad ilimitada, el base de los Dallas Mavericks se ha ganado un lugar entre los mejores manejadores de la historia. Su estilo recuerda al de una leyenda de los años 90: Rod Strickland, su padrino y exbase de la liga.

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Strickland no se atribuye el mérito

Strickland, uno de los bases más infravalorados de su época, promedió 13.2 puntos y 7.3 asistencias por partido durante 17 años en la NBA. Su punto más alto llegó en la temporada 1997-1998 con los Washington Wizards, promediando 17.8 puntos y liderando la liga con 10.5 asistencias por encuentro. Irving creció viéndolo jugar y admirando su capacidad para atacar, asistir y leer la defensa, pero Strickland insiste en que el mérito es de Kyrie y de su padre, Drederick.

"No, yo no me atribuyo eso. Kyrie fue criado por su padre, él le dio las bases. Lo que hace ahora, esas bandejas imposibles y movimientos de fantasía, es pura imaginación suya," explicó Strickland en el programa BagFuel. Para el exjugador, su ahijado simplemente llevó los fundamentos a un nivel que él mismo nunca alcanzó.

Un producto de múltiples influencias

Strickland cree que Irving, como muchos grandes jugadores, tomó elementos de varias leyendas y los fusionó en un estilo único. "Yo copiaba las bandejas reversas de Dr. J, el finger roll de George Gervin y los pases sin mirar de Magic. Kyrie hace lo mismo, pero en versión 10.0. Lo mío no se compara," afirmó.

En sus primeros años, las comparaciones entre ambos eran habituales, algo que enorgullecía a Strickland. Sin embargo, apenas vio a Kyrie dominar en la universidad y en su año de novato en la NBA, admitió que la diferencia era abismal. "Al principio me lo tomaba como un halago, pero después me di cuenta de que lo suyo es otra liga," confesó.

Hoy, Irving es reconocido como uno de los jugadores más creativos y letales de la NBA, capaz de combinar manejo de balón, tiro decisivo y una capacidad de definición en el aro que lo colocan entre los talentos más singulares que el baloncesto ha visto.

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Eduardo Solano

Desde que vi jugar a Michael Jordan por primera vez cuando era niño, me enamoré del mundo del deporte. Desde entonces, no he dejado de seguirlo, analizar estadísticas y profundizar en su historia. Con el paso del tiempo, comencé a escribir sobre deportes, debatir jugadas, estudiar estrategias y buscar siempre el contexto detrás de cada número.