Shedeur Sanders está librando una batalla cuesta arriba. Todo comenzó en el momento en que fue relegado en el Draft de la NFL. En cuanto Sanders dejó de ser un quarterback de primera ronda, sus posibilidades de triunfar en esta liga empezaron a decaer.
Pasó la segunda ronda, la tercera y la cuarta. Hasta la quinta ronda, y la selección general número 144 llegó a los Cleveland Browns.
Es una situación difícil, porque los Browns tienen cuatro quarterbacks compitiendo por el puesto. Joe Flacco y Kenny Pickett son los veteranos. Y luego está Dillon Gabriel, otro novato, quien fue seleccionado 50 lugares antes que Sanders.
Y ahora, Sanders está lesionado. Los Browns anunciaron que Sanders no entrenaría en el campamento de entrenamiento el sábado debido a presentar un dolor en el brazo. Un brazo adolorido no es lo ideal para un quarterback.
Pickett ya está lesionado y solo realiza ejercicios individuales, pero se espera que recupere su forma física completa pronto. No parece que la lesión de Sanders sea grave, pero sí importa.
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Hay un límite de oportunidades para causar una buena impresión, y cualquier tiempo que Sanders se pierda aumenta el riesgo de que lo corten o lo intercambien.
Si no puede demostrarles a los Browns lo que puede hacer, ¿por qué mantenerlo? Son los que menos interés tienen en él como jugador, además de que simplemente lo contrataron.
Probablemente no habría mucho interés en un intercambio por Sanders, dado que los equipos no lo seleccionaron cuando tuvieron la oportunidad en el draft.
El futuro de Sanders sigue siendo bastante incierto, y esta lesión no ayuda a su situación.
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