DeAndre Hopkins tiene uno de los catálogos de recepciones más impresionantes de cualquier receptor moderno de la NFL.
Ahora con los Baltimore Ravens, hace que las atrapadas a una mano parezcan de rutina.
Y si le das la oportunidad de saltar alto y atrapar el balón con las dos manos, olvídalo. Esa película siempre tiene el mismo final.
¿Parte de la razón por la que Hopkins es tan especial atrapando balones? Sus manos son enormes.
Esto empezó a ser un dato muy comentado cuando jugaba con los Arizona Cardinals y realizó aquella increíble recepción de "Hail Mary" lanzada por Kyler Murray para vencer a los Buffalo Bills.
Y aún en 2025, esas manos siguen haciendo el trabajo.
¿Qué tan grandes son las manos de DeAndre Hopkins?
Las manos de Hopkins miden 10 pulgadas. Esa medición se hace desde la punta del pulgar, a través de la mano, hasta el extremo del meñique. Según ESPN, desde 2013 solo dos receptores han registrado manos más grandes en el NFL Combine (Kelvin Benjamin y Henry Ruggs III).
Cuando Murray fue entrevistado sobre Hopkins tras aquella increíble recepción con los Cardinals, reveló que Hopkins usa un tamaño de guantes absurdo.
El jugador utiliza guantes de receptor XXXL, y aun así, Murray le dijo a ESPN que los corta para que se ajusten a sus manos.
"No soy un experto en receptores ni en el tamaño de las manos ni en cosas de ese tipo", dijo el entrenador de los Cardinals, Kliff Kingsbury, a ESPN cuando Hopkins jugaba en Arizona. "Pero nunca he visto a un jugador de su tamaño con ese tipo de amplitud en las manos. Y lo envuelve todo. Quiero decir, atrapa el balón con una sola mano con facilidad. Más fácil de lo que yo lo atrapo con dos, y eso obviamente lo ayuda a ser el jugador que es".
Recientemente, Jamison Hensley de ESPN escribió que Hopkins comparte el liderato de la NFL desde 2017 con cuatro recepciones de touchdown hechas con una sola mano. Está empatado con Garrett Wilson y Courtland Sutton.
Hopkins es el mejor ejemplo de un jugador que le permite a un mariscal de campo pensar: "Está por ahí en alguna parte", y simplemente lanzar el balón para darle una oportunidad.
*Artículo original de Billy Heyen y traducido por Ernesto Guevara