Anthony Edwards es una estrella fugaz, surcando el cielo de la NBA noche tras noche, camino a consolidarse como uno de los mejores jugadores del planeta. Y el pasado miércoles sumó un nuevo hito en su carrera: fue decisivo para eliminar a los Warriors y regresar a las Finales de la Conferencia Oeste.
De manera muy apropiada, Edwards ha brillado con fuerza ante Golden State, un equipo que en su momento admitió que no lo habría elegido ni siquiera teniendo la primera selección del Draft de 2020.
Los Warriors tenían la segunda selección, pero con el tiempo han dejado claro que James Wiseman era su prioridad en el tablero de elecciones. Los Timberwolves eligieron a Edwards, salido de Georgia, dejando a los Warriors con su hombre: el intrigante pívot de Memphis.
Wiseman se apagó por completo. Mientras tanto, la llama de Edwards arde con más intensidad que nunca.
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Las dudas sobre Edwards antes del Draft giraban en torno a su esfuerzo inconsistente en un equipo decepcionante como lo fue Georgia. Pero al final, su talento sobrenatural y su competitividad lo han llevado a destacar sin problemas en la NBA.
Ant venía de anotar 36 y 30 puntos en los Juegos 3 y 4 ante Golden State. Y la noche del miércoles, en el triunfo 121-110, le puso punto final a la serie con otra buena actuación: fueron 22 puntos y 12 asistencias, para sellar con ese doble-doble la clasificación a la siguiente ronda.
Todo este análisis es hipotético, ya que Minnesota siempre quiso a Edwards por encima de Wiseman y así lo eligió. Aunque la historia del baloncesto sin duda sería diferente si los Warriors hubieran conseguido a Edwards.
En Golden State no lo quisieron, al menos no tanto, y ahora lo sufren: ven cómo se convierte en una superestrella y, en el camino, los eliminó de los Playoffs…
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*Artículo original publicado por Billy Heyen y traducido por Facundo Echarren