En 1995, Los Ángeles era el epicentro del baloncesto gracias a Space Jam. La película protagonizada por Michael Jordan reunió a figuras como Charles Barkley, Patrick Ewing, Larry Johnson, Muggsy Bogues y Shawn Bradley. Pero lo más intenso no fue lo que se vio en pantalla, sino los partidos de práctica que se organizaron en el "Jordan Dome," una cancha construida por Warner Bros. para que Jordan se mantuviera en forma mientras filmaba.
Allí se dieron duelos que parecían un Juego 7 de Finales de la NBA, con estrellas de todos los calibres. Entre ellas, había un jugador al que MJ observaba con especial atención: Dennis Rodman, con quien había mantenido una rivalidad feroz en los años de los "Bad Boys" de los Detroit Pistons.
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El cambio de percepción en el Jordan Dome
Jordan siempre estuvo atento a quienes podían desafiar su reinado en los 90. Por eso fijó su mirada en Rodman, aquel que había ejecutado las "Jordan Rules" con los Pistons. Pero en esos partidos, MJ descubrió una faceta distinta del "Gusano": un jugador callado, disciplinado y concentrado.
"El Dome fue realmente decisivo para convencer a Mike de que podía jugar con Dennis Rodman," contó Nate Bellamy, asesor técnico de la película. "Creo que si el Dome no hubiera existido, no sé si ese acuerdo habría pasado de la misma manera."
Lo que impresionó a Jordan fue la actitud de trabajo de Rodman. Mientras otros buscaban protagonismo, él cumplía su rol, defendía, capturaba rebotes y esperaba al costado por el siguiente turno sin causar problemas. "Aunque se reinventó con el cabello de colores y todo eso, básicamente es un tipo tranquilo. Juega duro y no genera controversias. Mike se dio cuenta de que podía jugar con él," agregó Bellamy.
(1995) Summer pick-up games at the Jordan Dome [same location as Space Jam] with Michael Jordan, Reggie Miller, Juwan Howard, Dennis Rodman, and others. 🔥 pic.twitter.com/KszRV8ZvxL
— Timeless Sports (@timelesssports_) November 15, 2018
El impulso de Space Jam y la apuesta de Chicago
El director de la película, Joe Pytka, también influyó en Jordan. Le dijo que Rodman encajaba perfectamente: no lanzaba demasiado, defendía, rebotaba y no interrumpía el juego. Jordan aún tenía dudas por el historial de Rodman en los San Antonio Spurs, donde había sido visto como una distracción.
Pytka insistió: "¿Por qué no han ido por Dennis Rodman? Él no tira, defiende, rebotea y no se interpone en tu camino. Deberían ficharlo." Poco después, los Chicago Bulls lo consiguieron en un traspaso que envió a Will Perdue a los Spurs. El resultado fue inmediato: Chicago cerró la temporada 1995-1996 con marca de 72-10 y conquistó tres títulos consecutivos. Space Jam fue un éxito de taquilla, pero también marcó el inicio de otra era dorada para los Bulls.
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