Los Yankees consiguieron a su nuevo tercera base el viernes, y no es Eugenio Suárez.
Un día después de que los Mariners se echaran atrás por el precio de Suárez y en su lugar adquirieran a su compañero de los Diamondbacks, Josh Naylor, los Yankees concretaron un traspaso con los Rockies por Ryan McMahon.
A diferencia del venezolano, McMahon no es un jugador de alquiler. Tiene contrato hasta 2027 gracias a una extensión de seis años y 70 millones de dólares que firmó con Colorado en 2022, y podría ser una solución a largo plazo en la tercera base para los Yankees. Si bien no ofrece el mismo poder ofensivo que Suárez, pero su defensa y su posible adaptación al Yankee Stadium probablemente llamaron la atención de Nueva York.
Así fue como le fue a cada equipo en el intercambio que llevó a McMahon de los Rockies a los Yankees.
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Calificación del traspaso de Ryan McMahon
Calificación de los Yankees: C+
- Yankees reciben: 3B Ryan McMahon
No ha habido muchos jugadores más consistentes que Ryan McMahon en el béisbol en los últimos años, para bien o para mal. El jugador de 30 años ha registrado un OPS+ entre 90 y 99 (el promedio de la liga es 100) en cada una de las últimas cinco temporadas, con una defensa sólida y entre 20 y 25 jonrones por año, incluida la proyección de esta temporada.
Su poder decente y su buena defensa son suficientes para que tenga un valor relativo. Sin embargo, sus dificultades para hacer contacto con la bola y embasarse han limitado su valor ofensivo, manteniéndolo constantemente un poco por debajo del promedio de la liga. Sus estadísticas fuera de Colorado no son especialmente prometedoras, pero muchos bateadores productivos de los Rockies -como DJ LeMahieu- han llegado a otros equipos y han rendido sin problemas.
La alineación de los Yankees probablemente no esté a un McMahon de ser lo que quiere ser. Con Anthony Volpe, Austin Wells y Jasson Domínguez atravesando baches ofensivos severos en las últimas semanas, es difícil afirmar que tenga el bate necesario para mejorar notablemente la ofensiva de Nueva York, incluso si su defensa puede ayudar a estabilizar lo que ha sido una pesadilla reciente en el campo.
McMahon tiene contrato hasta 2027, pero eso plantea otra pregunta: si va a seguir siendo un bate apenas promedio, ¿Cuántos bates "promedio a lo mucho" pueden permitirse los Yankees en 2026 y más allá? A menos que Wells, Volpe y Domínguez mejoren significativamente su producción ofensiva, el poder ofensivo tendrá que venir de otro lado -y McMahon, incluso con 20 jonrones por temporada, probablemente no marque una gran diferencia, especialmente cobrando 16 millones de dólares tanto en 2026 como en 2027-.
No hay duda de que la nueva adquisición representa una mejora inmediata en la tercera base para los Yankees, una posición que ha sido problemática. Hace de Nueva York un mejor equipo de cara a la recta final de la temporada, y la decisión de ceder menos activos por McMahon en lugar de Suárez podría resultar acertada si la organización responde reforzando agresivamente el cuerpo de lanzadores. Sin embargo, para un equipo que está a 4.5 juegos del liderato del Este de la Liga Americana, McMahon no representa el impulso ofensivo suficiente.
Calificación de los Rockies: A-
- Rockies reciben: Lanzador zurdo Griffin Herring, lanzador derecho Josh Grosz
Casi hay que darle una palmada en la espalda a los Rockies simplemente por concretar el traspaso, puesto que tienen una larga historia de aferrarse inexplicablemente a jugadores en la fecha límite de cambios, incluso estando fuera de la contienda. Este movimiento indica que Colorado al menos entiende la difícil situación en la que se encuentra, y McMahon no tenía mucho sentido para un equipo que solo intenta evitar romper el récord de más derrotas en una temporada.
El retorno tampoco es motivo de queja. Herring no necesariamente tiene una recta que abrume a los bateadores, pero el lanzador de 22 años ha estado excelente desde su debut profesional a fines de 2024. El ex destacado de LSU tiene una efectividad de 1.71 y 102 ponches en 89.1 entradas entre Clase A y Clase A Avanzada esta temporada, limitando a los rivales a 5.6 hits por cada nueve entradas y permitiendo solo tres jonrones.
Herring está destinado a escalar en las listas de prospectos y le ofrece a una organización como los Rockies -que constantemente necesita pitcheo- un brazo ya bastante desarrollado, en lugar de otro proyecto que inevitablemente encontraría obstáculos en su desarrollo dentro de esa franquicia.
Grosz, también de 22 años, no tiene el mismo techo que el anterior, pero posee una recta poderosa y no ha sido consumido por problemas de control. El derecho tiene una efectividad de 4.14 en 87 entradas en Clase A Avanzada esta temporada, aunque sus estadísticas secundarias coinciden en gran parte con los números que registró cuando tuvo una efectividad de 3.85 en 2024. También ha permitido cinco jonrones en lo que va del año, con un promedio de 9.7 ponches por cada nueve entradas.
La mayoría de los equipos probablemente preferirían un tipo de lanzador con alto riesgo y alto potencial como parte de un paquete de dos brazos, pero los Rockies probablemente no deberían confiar en su sistema de desarrollo para moldear a un pitcher con ese perfil. Herring y Grosz deberían adaptarse bien al sistema de Colorado, con la posibilidad de ascender rápidamente dentro de la organización.
*Artículo original de Dan Treacy y traducido por Ernesto Guevara