Los Dodgers rompieron una racha de dos derrotas consecutivas con una victoria ante los Cleveland Guardians el lunes, manteniéndose en la cima de la difícil división Oeste de la Liga Nacional.
Pero mientras el equipo mira hacia su 13ª clasificación consecutiva a los Playoffs, queda claro que el cuerpo de lanzadores es una debilidad. Con más de una docena de brazos en la lista de lesionados y algunos de los principales disponibles teniendo problemas, las preocupaciones van en aumento.
Los Dodgers fueron agresivos al reforzar su rotación antes de esta temporada, incorporando a figuras como Roki Sasaki y Blake Snell. Ambos están lesionados ahora, y la otra adición de alto perfil en el pitcheo, un contrato de 72 millones de dólares para el cerrador All-Star Tanner Scott, ha tenido dificultades.
En el juego del viernes contra los New York Mets, Scott permitió tres carreras limpias y desperdició su cuarto salvamento en sus últimas 14 oportunidades. Es una tendencia preocupante para un jugador en quien el equipo esperaba poder confiar.
“Tener a Scott desperdiciando juegos en los que el equipo ya ha usado a sus mejores relevistas, y que además podrían implicar la carga adicional de entradas extra, son efectos secundarios que los Dodgers no están en condiciones de soportar en este momento”, escribió Jack Harris para Los Angeles Times.
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Aunque Scott también ha tenido algunas buenas salidas con los Dodgers, rompió el silencio sobre sus dificultades al reconocer un problema claro tras ese partido contra los Mets.
“No estoy terminando los turnos”, dijo Scott, según Harris. “No estoy logrando que hagan swing y fallen, y estoy dejando la bola demasiado en la zona”, completó.
Mientras los Dodgers intentan encarrilarse para otra profunda postemporada, Scott tendrá la oportunidad de recuperar su mejor forma. Pero dado lo difícil que ha sido contar con brazos sanos, en Los Angeles esperan que eso ocurra más pronto que tarde.
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*Artículo original publicado por Peter Chawaga y traducido por Facundo Echarren