Gavin Williams ya había lanzado 111 lanzamientos, el récord más alto de su carrera, en las primeras ocho entradas del partido de los Cleveland Guardians contra los New York Mets el 6 de agosto, pero se dirigió al montículo con la intención de completar el primer juego sin hits de la temporada 2025 de la MLB.
"Cuando salí para la novena entrada, si hubiera necesitado 150 lanzamientos para intentar completar el no-hitter, eso es lo que habría hecho", dijo Williams en una entrevista con Scott Braun y Trevor May de Foul Territory TV el viernes. "La velocidad seguía ahí, como todos pueden ver".
Sin embargo, tendría que lograr la hazaña por la vía difícil, enfrentándose por cuarta vez esa tarde al corazón de la alineación de los Mets: Francisco Lindor, Juan Soto y Pete Alonso.
El primer lanzamiento de Williams a Lindor cruzó el plato muy fuera de la zona de strike, lo que supuso la primera bola. Lindor falló los dos siguientes lanzamientos antes de batear y fallar una curva baja y hacia dentro.
El siguiente turno al bate también comenzó con una bola, esta vez una que rebotó en el home plate. Ahora por detrás en el marcador, Williams lanzó una bola rápida exterior que aterrizó en el centro de la zona.
El bate de Soto conectó con la pelota y, a pesar de los esfuerzos del jardinero central de los Guardians, Ángel Martínez, la lanzó por encima de la valla del jardín central para un jonrón que puso fin tanto a la posibilidad de un no-hit como a la de un shutout de Williams.
"Obviamente, Soto la dejó un poco por encima del plato para él, y él hizo un buen swing", dijo Williams. "Fue agradable refrescarme después de que él bateara eso, y (el entrenador de lanzadores de los Guardians) Carl )Willis) salió y me dio un pequeño descanso, tratando de conseguir dos outs después de eso".
Por desgracia, no consiguió lo planteado. Hizo que Alonso bateara una elevado, pero tras conceder una base por bolas de seis lanzamientos a Brandon Nimmo, el mánager de los Guardians, Steven Vogt, salió del dugout para hacer un cambio de lanzador.
Cleveland, con Hunter Gaddis en el montículo, acabaría ganando por 4-1 después de que Mark Vientos fuera eliminado con un fly al centro del campo. Williams terminó el partido con unas estadísticas muy buenas: 8,2 entradas lanzadas, un hit, una carrera limpia, cuatro bases por bolas, seis ponches y 126 lanzamientos, 75 de ellos strikes.
Reflexionando sobre su actuación, Williams dijo que su cutter y su sinker fueron algunos de los lanzamientos más fuertes que realizó ese día.
"El cutter no fue tan bueno como en otras ocasiones, pero lo lancé para desequilibrarlos. Y luego, lancé el sinker a los bateadores zurdos y diestros, que era la primera vez que lo lanzaba a ambos, para desequilibrarlos", dijo Williams. "Sé que en el pasado lanzaba, supongo, un 50 % de lanzamientos rápidos en los partidos, así que poder desconcertar a los bateadores es muy importante".
Añadió que, aunque el resultado final no fue exactamente el que él hubiera deseado, encontrarse a dos outs de un juego sin hits fue una experiencia que no olvidará fácilmente.
"Fue un momento surrealista", dijo Williams. "No es algo que ocurra muy a menudo. Y poder estar en esa posición y mantenerla durante todo el partido con una buena alineación fue fenomenal".
*Artículo original de Griffin Goodwyn y traducido por Ernesto Guevara