Antonio Gates era un jugador de baloncesto.
Mucho antes de ponerse la chaqueta dorada el sábado en Canton, Gates una estrella del basketball universitario en la Universidad Estatal de Kent. Nunca jugó ni una sola jugada de fútbol americano universitario.
Y eso significa que hizo historia. Es el primer jugador en entrar al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional sin haber jugado en el fútbol universitario.
Por supuesto, se lo ganó con creces.
Los Chargers apostaron por Gates, y él demostró que valía la pena.
Atrapó 116 touchdowns en 16 temporadas con los Chargers.
Gates compartió la historia el sábado en Canton, durante su discurso de ingreso al Salón de la Fama.
"“De la nada, el coach Rob Murphy me presentó a un tipo llamado Tim Brewster," dijo Gates. "Tim Brewster, en ese momento, era el entrenador de alas cerradas de los San Diego Chargers. Tim vio algo en mí. Venía a verme jugar baloncesto, pero estaba convencido de que sería un ala cerrada All-Pro en tres años".
"Cambiar de deporte puede ser una experiencia que cambia la vida. Las oportunidades inesperadas suelen ser las más poderosas, porque pueden redirigir por completo tu vida — si estás listo para aprovecharlas. Al entrenador Tim Brewster, gracias. Y al fallecido y gran Marty Schottenheimer y a su familia, gracias, porque me dieron la oportunidad de jugar como ala cerrada en la NFL. Gracias a ustedes, ahora los equipos y cazatalentos de la NFL nunca volverán a ver igual a los jugadores de baloncesto universitario".
Gates inició esta tendencia, sin duda. Desde entonces, han sido muchos más los jugadores de baloncesto que se han convertido en alas cerradas.
Terminó su discurso con un mensaje sobre la importancia del deporte.
"El fútbol americano es el juego de equipo por excelencia, y no llegué aquí solo", dijo. "Estoy aquí hoy gracias a las personas que invirtieron en mí. Lo que he aprendido a lo largo de todo esto es que un chico que vino de Detroit a San Diego y a Los Ángeles, si no hubiera sido por el deporte, probablemente nunca habría cruzado el camino con la mitad de ustedes. Por eso el deporte nos recuerda, como humanos, que no estamos tan divididos como algunos creen. Somos más que solo negros o blancos, ricos o pobres. Por eso es importante seguir luchando por la unidad para hacer de este país un lugar mejor".
*Artículo original de Billy Heyen y traducido por Ernesto Guevara