Cincinnati Bengals ganó 31-17 a Washington Commanders en su segundo juego de pretemporada. Sin embargo, más allá del marcador, el partido dejó serias dudas sobre las aspiraciones reales del equipo de Zac Taylor.
Con los titulares en cancha, Cincinnati mostró grietas que encienden alarmas y ponen en duda su etiqueta de contendiente al Super Bowl 2025.
Una defensa sin respuestas y la urgencia por Hendrickson
Los primeros drives fueron reveladores: Jayden Daniels desarmó a la defensa de los Bengals, que no puso presión sobre el quarterback ni frenó en el juego terrestre. Washington encontró líneas de carrera de más de 10 yardas con Chris Rodriguez Jr. y Jacory Croskey-Merritt, mientras Daniels lanzaba con total comodidad.
La ausencia de Trey Hendrickson se notó demasiado. La gerencia sabe que necesita resolver su situación contractual lo antes posible. Sin su mejor pass rusher, Cincinnati se convierte en una de las defensivas más vulnerables de la NFL, incapaz de sostener partidos contra ofensivas de nivel.
Joe Burrow, otra vez en riesgo por la línea ofensiva
El costado ofensivo tampoco trajo tranquilidad. Joe Burrow recibió dos golpes fuertes en muy pocas jugadas, producto de una línea ofensiva que sigue siendo el talón de Aquiles del equipo.
En dos acciones puntuales, la protección fue inexistente: Burrow terminó corriendo desesperado antes de ser rodeado por varios defensores. Un déjà vu que la franquicia no ha sabido corregir pese a múltiples intentos en los últimos años.
Una victoria engañosa rumbo a la temporada
El 31-17 final puede maquillar la noche, pero los puntos llegaron con los suplentes en cancha y el partido ya definido. Lo que realmente cuenta (el rendimiento de los titulares) mostró a unos Bengals con demasiadas debilidades.
La conclusión parece clara: sin Hendrickson y con una línea ofensiva que no protege a Burrow, Cincinnati depende casi en exclusiva del talento individual de Burrow y Ja’Marr Chase. Una fórmula arriesgada para un equipo que pretende ser candidato.
Si la gerencia no mueve rápido sus fichas, los Bengals corren el riesgo de repetir una temporada frustrante y de terminar pensando antes de tiempo en el Draft 2026.